Pueblo Liebig: Mónica Fortunato presentó la obra teatral, “Todo empezó con una Fórmula”, realizada por vecinos y vecinas
Con una puesta teatral y en el marco de la Fiesta de la Identidad y el Patrimonio, se presentó “Todo empezó con una fórmula”, representada por vecinos y vecinas de Pueblo Liebig. A1 Noticias entrevistó a la autora y directora Mónica Beatriz Fortunato, quien destacó que “el espíritu de la fiesta es rescatar no solo la identidad sino el patrimonio humano”
Mónica Fortunato es profesora de literatura y desde hace 22 años ejerce en la escuela secundaria de Liebig, y además es la Coordinadora del área de cultura del Municipio. Lo primero que destaca es que “el espíritu de la fiesta es resaltar no solo el patrimonio arquitectónico, el patrimonio natural, el patrimonio histórico de Pueblo Liebig, sino el patrimonio humano, agregando que “para destacar el patrimonio humano hacemos este tipo de obras”.
Sobre las personalidades que se muestran “no solo se toman personas destacadas de la comunidad, como fue en este caso el sindicalista Roux, los obreros, Justus Von Liebig, que nunca estuvo en nuestro país, pero gracias a él fue el crecimiento de la industria de la carne”, destaca la directora de la obra.
El químico alemán que creó una de las fórmulas más famosas que permite procesar el extracto de carne, y al decir de Fortunato “él de la fórmula, que le da nombre a nuestro pueblo”, con la extraña paradoja que “es un pueblo de origen inglés, con un nombre alemán, y trabajadores argentinos y uruguayos, que se rompieron el alma, que fueron abandonados y estuvieron prontos para sacar la empresa adelante”.
El objetivo de mostrar ante el público estas obras “es el rescate de ese patrimonio humano que cuando se la presentó se dijo que es comunitaria, porque se crea un guión”, aclarando que “en los ensayos se van sumando anécdotas familiares, opiniones, experiencias personales, porque esto no es un grupo de teatro que durante un año, estudian una obra, sino que es un grupo de vecinos que se convocan para hacer esta obra, con dos meses de ensayos y salió esto que se vio hoy”, reflexiona con mucho orgullo.
Una de las veladas más colmadas de público al que Fortunato acota que “no solo la gente de Liebig vino a ver, sino la gente de Liebig que tuvieron que emigrar cuando la fábrica cerró, sino que nuestro pueblo es un destino turístico. El turista sabe dónde viene, se informa, sabe que hay una fábrica que está cerrada, pero que fue un puntal en la industria de la carne en el país. Eso es lo que queremos reflejar en nuestras obras, porque destacamos las raíces, pero no quedándonos atados al pasado, sino haciendo una proyección al futuro” dice.
“Por eso destacamos a todas las instituciones que están en Liebig hoy, porque ellas son el presente y el futuro. La obra comienza hablando de un saladero, después este pueblo se llamó Fábrica Colón, porque pueblo y fábrica fue lo mismo. Después fue una Junta de Gobierno a partir de 1975 y en el 2019 este pueblo pasó a ser un municipio. Reflejamos todo eso, desde el viejo saladero hasta el municipio y todas las instituciones que hacen de Liebig lo que es hoy”, completa Mónica Fortunato.
Para quienes entendemos algo de literatura observamos que es una obra de carácter costumbrista, con aristas cercanas a Fuenteovejuna de Lope de Vega, o a las aguafuertes porteñas de Arlt. “Es eso, es una mezcla”, asegura y se muestra muy orgullosa ya que al se profesora de literatura, “que digas eso me da mucho orgullo, porque es lo que se intenta reflejar, Porque hay un guión, pero cuando nos juntamos con los vecinos siempre les digo, esto es una letra indicativa, agreguen todo el color que quieran, que son sus experiencias de vida”.
Sin importar si se muestran “como obreros, porque hay muchos de los que actuaron que lo fueron, o de las historias de sus propias familias. Hay una vecina – actriz que se había emocionado, que antes de salir a escena se había emocionado porque tenía el morral de su papá. El morral de su papá, el cencerro de su papá, el delantal que blanqueó especialmente para ponérselo hoy, todo eso fue muy fuerte y muy emotivo, y así se reflejó la historia de mucha gente del elenco”, detalla.
Finalmente aporta que “tuvimos niños que eran nietos y bisnietos de personas que trabajaron en la fábrica, y personas como yo, que hace más de 20 años vivimos acá, que adoptamos al pueblo, que ya no es que lo adoptamos, sino que es nuestro”. Para quienes la quieren volver a ver, la obra “Todo empezó con una fórmula”, podrá tener alguna representación en el invierno. El 17 de mayo de 2025, Pueblo Liebig tiene una fecha trascendental ya que se cumplirán los 50 años de la designación de la Primera Junta de Gobierno.
Desde la Coordinación de Cultura que orienta Mónica Fortunato están planificando “toda una semana de actividades con poetas locales que escriben sobre el pueblo, músicos zonales y seguramente la representación teatral”. Antes de despedirnos de este histórico pueblo entrerriano, solo nos queda agradecer la oportunidad de descubrir estas historias y pedirle al intendente Julio Pintos, que estos vecinos ACTORES (con mayúsculas) se merecen subir a las tablas nuevamente.